Guia y recomendaciones

Consejos básicos para lograr una conducción eficiente y económica

escrito por @Benga!

Una conducción eficiente y económica de nuestros vehículos a motor es una de las claves y posibilidades que tenemos a nuestro alcance para reducir las emisiones de CO2, la contaminación de las ciudades, mejorar la calidad de nuestro aire, y, además, reducir gastos al mismo tiempo que disfrutamos de una conducción más segura y confortable.

Debemos aclarar que, para conseguir conducir de manera eficiente, son imprescindibles algunas cuestiones relacionadas con la educación y costumbres, y no tanto con la tecnología. Es más, no importa si tu coche está equipado con los últimos sistemas y va cargado de combustible, si como conductor no tienes hábitos ahorradores.

Por todo ello, es importante seguir una serie de consejos y pautas sobre técnicas de conducción económicas para hacer la conducción diaria lo más barata posible y ser respetuosos con el medio ambiente, ya no solo con relación al gasto en carburante, sino también para no deteriorar prematuramente tu vehículo.

Ahora bien, como hemos comentado, debes tener en cuenta que la actitud del conductor al volante influye notablemente.

Arranque y marchas

Arranca el motor sin pisar el acelerador.

En cuanto a los coches propulsados por gasolina, inicia la marcha inmediatamente tras arranque.

En los motores diésel, espera unos segundos antes de comenzar la marcha para que el aceite llegue a la zona de lubricación correctamente.

Utiliza la primera velocidad únicamente para el inicio de la marcha y cambia a segunda lo antes posible (a los 2 segundos o 6 metros aproximadamente).

Circula en las marchas más largas y a bajas revoluciones siempre que sea posible. Es preferible circular en marchas largas con el acelerador pisado, que en cortas con el acelerador menos pisado.

Velocidad de circulación

Evita el mal hábito de acelerar en exceso o no acelerar en absoluto, ya que esto produce un gasto exagerado e innecesario.

Busca fluidez y uniformidad en la circulación, evitando frenazos, aceleraciones y cambios de marchas innecesarios.

Modera el consumo de carburante, puesto que aumenta en función de la velocidad elevada al cuadrado. Es decir, un aumento de velocidad del 20% (100 a 120 km/h) supone un aumento del
44% en el consumo de combustible (8l/100 km a 11,5l/100 km).

En el momento de cambiar de marchas, puedes hacerlo de dos en dos, sobre todo si tu vehículo es un camión y autocar o autobús.

Deceleración, detención y paradas

En el momento en que detectes un obstáculo o debas reducir la velocidad en la vía, levanta el pie del acelerador intentando evitar la frenada brusca. Frena de forma suave con el pedal del freno.

Reduce de marcha lo más tarde posible. En caso de pendiente, nunca bajes con el coche en punto muerto.

Siempre que la velocidad y el espacio lo permitan, detén el coche sin reducir previamente de marcha.

En paradas prolongadas (que superen 1min), se recomienda apagar el motor.

Evita la mala costumbre de llevar el coche en punto muerto cuando te detengas en un semáforo o señal de STOP, ya que el automóvil va solo y sin control, y el gasto en el combustible se dispara.

Previsión y seguridad

Conduce siempre con la distancia de seguridad correcta y un amplio campo de visión (deberías ser capaz de ver 2 o 3 vehículos por delante).

Si detectas un obstáculo o una reducción de la velocidad de circulación en la vía, levanta el pie del acelerador para así anticipar tus siguientes maniobras.

Además de todas nuestras recomendaciones, también a nivel sociopolítico se están apostando por medidas que contribuyan a reducir la contaminación que provocan los vehículos, a través de, por ejemplo, ayudas para la adquisición de coches nuevos más “limpios” como los híbridos o eléctricos. Es más, en Benigar Automoción ponemos a tu disposición una amplia gama de vehículos BMW y MINI eléctricos e híbrido enchufables.

No obstante, la conclusión fundamental que debes sacar es que, sea cual sea tu vehículo y su motorización (turismo, camión, motocicleta, autocar…) debes siempre conducirlo a la velocidad adecuada, teniendo en cuenta: las circunstancias de la vía, el tráfico, las señales de circulación, condiciones atmosféricas y todas aquellas situaciones que puedan darte pie a poner en práctica las técnicas de conducción económicas.

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