Guías y manuales

Guía de conectores y modos de carga para vehículos eléctricos e híbridos enchufables

escrito por @Fran Macia

Parece que, por fin, la compra de vehículos no contaminantes y respetuosos con el medio ambiente está creciendo de forma exponencial en los últimos años, debido al endurecimiento de las normativas de contaminación europeas.

Esto ha provocado que la industria automovilística se vea forzada a desarrollar nuevos sistemas de propulsión sostenibles, que ya van más allá de la electrificación, como por ejemplo la propulsión por hidrógeno, pero que todavía están en proceso de desarrollo.

Hoy en día, la tecnología sostenible más desarrollada y por la que están apostando todas las marcas, es la electrificación de gran parte de su gama.

A la hora de adquirir un vehículo eléctrico o híbrido enchufable, surge la necesidad de disponer de un punto de carga en casa y conocer los modos de carga, tipos de conectores y las potencias de carga.

En este post vamos a mostrar los tipos de conectores que existen a día de hoy para cargar los vehículos eléctricos, así como sus diferentes modos de carga y potencias.

«la tecnología sostenible más desarrollada y por la que están apostando todas las marcas, es la electrificación de gran parte de su gama.»

Tipos de conectores

En el mercado disponemos de varios tipos de cargadores que se distinguen por el tipo de conector, y de ellos depende la velocidad de carga de la batería de nuestro vehículo. Dependiendo del vehículo (Eléctrico o híbrido enchufable) y del tipo de conector que disponga de fábrica, podremos utilizar unos cargadores u otros con sus respectivas potencias de carga.

Tipo de cable: Schuko, Tipo 1

MODO 1 (carga super lenta)

Es aquel modo de carga que se realiza en un enchufe doméstico convencional (SCHUKO) como por ejemplo el que usamos para enchufar el frigorífico. Es el sistema más sencillo y carece de comunicación entre la red y el vehículo, no dispone de ningún tipo de seguridad y puede alcanzar un máximo de potencia de carga de hasta 2,3kW. Se suele utilizar para cargar bicis eléctricas u otros elementos con baterías de poca capacidad.

MODO 2 (carga super lenta)

Este modo de carga al igual que el anterior es de tipo doméstico con un conector tipo Schuko, pero dispone de una caja/adaptador entre la red eléctrica y el vehículo que permite verificar si la conexión es correcta, y aporta seguridad a la recarga. Las potencias oscilan entre los 2,3kW y 3,7kW, y aunque no es recomendable utilizar este modo de manera habitual, si es posible utilizarlo ocasionalmente en vehículos como los híbridos enchufables.

Tipos de cable: Tipo 1, Tipo 2 (Mennekes), CCS

Tipos de cable: Tipo 1, Tipo 2 (Mennekes), CCS

MODO 3 (carga rápida)

Este modo necesita una conexión del vehículo a un punto de carga. Estos puntos de carga específicos para vehículos eléctricos, también llamados Wallbox, son los encargados de monitorizar la carga controlando en todo momento que el proceso se realice de una forma correcta y segura. Este modo permite realizar la carga mediante una instalación monofásica oscilando la potencia de carga entre 8kW y 14kW, mientras que si se realiza en trifásica puede variar entre 20kW y 40kW. Este modo es el ideal de uso doméstico para recargar vehículos híbridos enchufables con una autonomía considerable y vehículos 100% eléctricos.

MODO 4 (carga súper rápida)

Este es el modo que podemos encontrar en estaciones de carga pública como por ejemplo las electrolineras. La carga se realiza siempre en corriente continua y su potencia de carga suele rondar los 50kW. En algunos casos, podemos encontrar supercargadores que pueden llegar a cargar a una potencia de hasta 350kW, pensados por ejemplo para recargar nuestro vehículo de manera rápida durante un viaje, pero no es recomendable hacer uso de estas cargas de manera habitual ya que pueden dañar las baterías de nuestro vehículo.

Tipos de cable: Tipo 2 (Mennekes),CHAdeMO, CCS
Tipos de cable: Tipo 1, Tipo 2 (Mennekes), CCS

MODO 3 (carga rápida)

Este modo necesita una conexión del vehículo a un punto de carga. Estos puntos de carga específicos para vehículos eléctricos, también llamados Wallbox, son los encargados de monitorizar la carga controlando en todo momento que el proceso se realice de una forma correcta y segura. Este modo permite realizar la carga mediante una instalación monofásica oscilando la potencia de carga entre 8kW y 14kW, mientras que si se realiza en trifásica puede variar entre 20kW y 40kW. Este modo es el ideal de uso doméstico para recargar vehículos híbridos enchufables con una autonomía considerable y vehículos 100% eléctricos.

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